Llegaba una nueva cita mundialista, a la que se presentaba como vigente campeón, la Copa Mundial de 1990 de Italia el equipo aún bajo la batuta de Carlos Bilardo. Previamente, el equipo jugó varios partidos sin buenos resultados, ganando solamente uno de los cinco juegos jugados (a Israel, elegido nuevamente para ser el último rival a contender antes del torneo, como en 1986, camiseta manchester city desde entonces considerado «cábala»). Esperanzado, entrenó arduamente para estar en buenas condiciones físicas para la Copa, pero el 5 de mayo, en Suiza, donde el equipo iba a jugar un partido un par de días después, se lastimó el tobillo izquierdo, por lo que Bilardo decidió no incluirlo en la lista definitiva de jugadores.