A balón parado era un baluarte. El Balón de Oro de 1994 se convirtió en un especialista en ‘calentar’ los Clásicos. Los argentinos vencieron a Chile por 3:1 con dos goles de Guillermo Stábile y uno de Mario Evaristo, mientras que Guillermo Subiabre marcó el gol de Chile. El ‘héroe de Kaiserslautern’ fue clave para que el Barça conquistar su primera Copa de Europa. Curiosamente, sólo le marcó dos goles.