Valores todos ellos que suman a un vestuario que ya ha conocido de primera mano lo «loco que estoy», como confesaba semanas atrás en una entrevista. Ahí también desveló que, de momento, tenía aparcada su función de Dj, que tanto gustaba en el vestuario del Chelsea. Era el quinto torneo de Copa América que ganaba Brasil. Rudi, como le llaman sus compañeros, y Antonio, como lo hace el cuerpo técnico, es una persona con don de gentes, eso que tanto le gusta poner a los departamentos de recursos humanos cuando abren un proceso de selección, pero no es la única virtud del germano.