Solo el ascenso del entrenador del filial, Antonio Tapia, y la llegada del goleador brasileño Fernando Baiano consiguieron asegurar la permanencia del Málaga en Primera. Gregorio Manzano fue destituido como entrenador en la jornada 18, camiseta de españa con el club en puestos de descenso. Con el técnico cordobés, el Málaga consiguió 36 puntos en 20 partidos, incluyendo un 1-6 ante el Osasuna, la mayor goleada de la historia del club. Al año siguiente el proyecto del Málaga CF fracasa y el equipo desciende a Segunda División como último clasificado, con sólo 24 puntos y cinco victorias en la Liga.